viernes, 30 de mayo de 2014

Aplicación práctica de la ley del embudo

 Ellos se declararon patriotas.
En los clubs se condecoraron
y fueron escribiendo la historia.
Los Parlamentos se llenaron
de pompa, se repartieron
después la tierra, la ley,
las mejores calles, el aire,
la Universidad, los zapatos.
Su extraordinaria iniciativa
fue el Estado erigido en esa
forma, la rígida impostura.
Lo debatieron, como siempre,
con solemnidad y banquetes,
primero en círculos agrícolas,
con militares y abogados.
Y al fin llevaron al Congreso
la Ley suprema, la famosa,
la respetada, la intocable
Ley del Embudo.
Fue aprobada.
Para el rico la buena mesa.
La basura para los pobres.
El dinero para los ricos.
Para los pobres el trabajo.
Para los ricos la casa grande.
El tugurio para los pobres.
El fuero para el gran ladrón.
La cárcel al que roba un pan.

Promulgación de la Ley del embudo. Canto General. Pablo Neruda

Ricard Pagés es un hombre de orden. Se ve a primera vista, impecablemente trajeado y cariacontecido. La gente de orden a  veces se despista y saquea cajas de ahorro. Lo hacen sin mala intención, sin deseo de hacer daño. Pagés y tres compinches más (Manuel Troyano, Santiago Abella y Juan Caellas), todos ellos gentes de mucho orden, fueron condenados por un "delito continuado de administración desleal". Se repartieron un botín de 30,6 millones de euros en forma de planes de pensiones. Como es habitual entre malhechores, le echaron la culpa al muerto, un tal Jaume Jorba, quien según parece les enriqueció a su pesar. Pillados con las manos en la masa no dudaron en devolver parte del pastel.
El juez del caso, José María Vázquez Honrrubia les afeó su conducta: “ se ha producido una actuación por su parte maliciosa, insidiosa, engañosa para la sociedad”. Pero a pesar de la reprimenda considera atenuante el reconocimiento de la pillería, gracias al cual los rufianes han conseguido una rebaja sustancial de la pena, eludiendo la cárcel. Aunque según comenta Ernesto Ekaizer hay cerca de 200 banqueros en este país imputados en diversos delitos, ninguno ingresó en prisión hasta la fecha. La gente de orden no merece ese destino.
A las gentes de orden les juzgan jueces de orden, y tanto el juez como el fiscal del caso Caixa Penedés consideran que “con la devolución se restaura el orden jurídico y se compensa a la víctima”. La víctima es para ellos el Banco Mare Nostrum (BMN) del que formó parte Caixa Penedés junto a Caja Granada, Caja Murcia y Sa Nostra. Por lo que se ve no recuerdan que recibió ayudas del FROB por importe de 915 millones de euros, y que el FROB se financia fundamentalmente ( en un 75%) a través de los impuestos de todos los españoles. Se que mi contribución es muy humilde, pero yo no me siento compensado en modo alguno por la decisión.
Carlos por el contrario, no es una persona de orden a pesar de que estudia medicina. Para hacerse una idea de quien es Carlos nada mejor que leer el impresionante post que escribió sobre él Juan Irigoyen. Un tipo que no se conforma con las clases del siglo XIX que con frecuencia recibe, y que forma parte activa de IFMSA o Farmacritixcs, dos movimientos admirables.
Carlos participó en un piquete informativo del 15M durante la huelga del 29 de mayo de 2012.  Junto a otras personas gritó consignas en el interior de un bar cuya dueña avisó a la policía. No hubo violencia ni destrozos. Conscientes de que no estaba realizando nada ilegal, Carlos y Carmen no salieron corriendo, y fueron los últimos en abandonar el local. La policía optó por identificar a ambos entre el conjunto de los participantes en el piquete. “Chapa y se acaba” , expresión utilizada por Carlos , es la demostración de la amenaza y coacción ejercida por los condenados, y que llevó a la Audiencia Provincial de Granada a condenarles por un delito "contra los derechos de los trabajadores" a 3.655 euros de multa y a una pena de tres años y un día de cárcel. Hace unos días, los jueces de la Audiencia Provincial han considerado que no existen “fundamentos jurídicos suficientes” en sus alegaciones, por lo que ratifican la sentencia. El fiscal, gente de orden también, había pedido una “ sentencia ejemplarizante”, y la Audiencia ha atendido su petición, de forma que las próximas semanas Carlos y Carmen ingresarán en prisión .
“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie", escribía Lampedusa. Y todos los cambios de los últimos  30 años parece que eran necesarios para que todo siga igual. Boca ancha para la gente de orden y estrecha para los desarrapados. Como escribía Neruda, el parlamento cada día aprueba un artículo más de su particular ley del embudo. De forma apresurada aprobó la Ley de Justicia Universal para no molestar a los chinos, aunque los que se cuelen por las rendijas sean los narcotraficantes. La de Seguridad ciudadana permite conseguir el objetivo de "una mayoría silenciosa y unas minorías silenciadas" en palabras de Eduardo Sanzo, un ciudadano jubilado.
Robar 30 millones no es delito suficiente para ir a la cárcel. Gritar en un bar, sí.
(Para apoyar la absolución de Carlos y Carmen consultar Farmacritixs)

(Fotografia de Publico .es)

1 comentario:

  1. A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que pues vivimos anunciamos algo nuevo...

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