jueves, 28 de abril de 2011

¿Es el paciente un consumidor?

How did it become normal, or for that matter even acceptable, to refer to medical patients as “consumers”? The relationship between patient and doctor used to be considered something special, almost sacred. Now politicians and supposed reformers talk about the act of receiving care as if it were no different from a commercial transaction, like buying a car — and their only complaint is that it isn’t commercial enough.
Paul Krugman, NY Times. 21 de abril de 2011.


A río revuelto, ganancia de pecadores ( ¿ o era pescadores?). Y aprovechando las mensajes apocalípticos sobre la persistencia inalterable de la crisis (cuya única solución parece ser la de continuar exprimiendo a los que no la han producido) , proliferan todo tipo de informes de “expertos” que tienen la clave para solucionar nuestro sistema sanitario.
El último difundido es el de la Fundación Bamberg (“ El Modelo de Futuro de Gestión de la Sanidad”) . Aprovechando que se cumplen 25 años de la promulgación de la Ley General de la Sanidad ( aspecto que figura en el subtítulo del informe¿?), qué mejor momento para “dar la vuelta al sistema sanitario”, como señala el periódico ABC.
El informe aspira a ser “apartidista e independiente”, contando con “opiniones de lujo”. El carácter de apartidista parece probarlo el hecho de que entre sus autores hay mayoría de ex Ministros de la derecha , con un ex Ministro PSOE ( Bernat Soria). Para comprobar el carácter de “independiente” no hay más que pasar la prueba del algodón ( que nunca engaña) y revisar el listado de autores y participantes: amplia participación del mundo de la consultoría privada, de las aseguradoras privadas, de concesiones administrativas, de empresas tecnológicas y farmacéuticas. Por supuesto la atención primaria y sus médicos de familia apenas aparecen.
Por eso es llamativo que una de las medidas que propongan sea la potenciación del médico de cabecera, eso sí a través de un oximoron ( “necesitamos un modelo que contemple la eliminación de los niveles asistenciales y la potenciación del médico de cabecera o familia…, integrando la medicina preventiva y predictiva ¿?)”.Todo para la primaria, pero sin la primaria.
Distrayendo la atención con el tema del copago ( del que por supuesto, no son partidarios), proponen en cambio la introducción definitiva de las  aseguradoras privadas en una especie de mercado que permita  la competencia entre proveedores ( sin saber muy bien que se va a hacer con hospitales o servicios hospitalarios que no lo sean), y en el que una vez más la clave es la capacidad de elección del paciente.
Para valorar la rigurosidad y solidez del informe cada uno puede hacerse su propia composición de lugar simplemente leyéndolo. En estos casos modestamente utilizo otra “prueba del algodón” que creo es criterio necesario ( pero no suficiente): revisar la bibliografía.  Y en esta no hay referencias de las revistas médicas más importantes del mundo ( New England, Lancet, BMJ, JAMA; Annals Internal Medicine o CMAJ) a pesar de que todas ellas están últimamente llenas de artículos y comentarios respecto a los procesos de reforma sanitaria, en especial la americana y británica .
Si no fuera porque le están cortando las barbas precisamente al vecino británico, no habría necesidad de poner las nuestras a buen remojo. Y las líneas de reforma llevadas a cabo en Madrid y Valencia, a las que se acompañan ahora las del Servei Català de la Salut con el argumento de que el sistema es insostenible ( mientras que  elimina el impuesto de sucesiones) dan una cierta idea de hacia donde vamos.
Pero no hay pruebas que demuestren que aumentando la capacidad de elección de los pacientes, la supuesta “mano invisible del mercado” permitirá que los costes sanitarios no aumenten, como se puso de manifiesto en la experiencia de Medicare + Choice.Porque, como dice Krugman, las decisiones sobre la vida y la muerte requieren mucho conocimiento experto
En un excelente trabajo publicado hace unos días en New England, Martin Roland y Rebecca Rosen de la Universidad de Cambridge, revisan el proceso de reforma británico ( plasmado en el Equity and Excellence: liberating the NHS”) . Y señalan: “ las grandes reformas de los servicios sanitarios causan años de disrupción, y el sistema sanitario inglés sufrirá un proceso de desorganización ( o re-desorganización en palabras de  Oxman y Sackett) durante tres o cuatro años,  antes de poder esperar que se produzca algún tipo de beneficio”. Pero como dicen ellos ,la experiencia sugiere que ningún gobierno tiene paciencia suficiente para esperarlos cuando están las elecciones cerca.
(Chiste el El Roto, en el País)

2 comentarios:

  1. A tí lo que te pasa es que eres poco innovador y resistente al cambio.

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  2. ¿como eres Bonis¡
    Me haré mirar en cuanto pueda, porque vas a tener razón

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